Sr. Director: ETA y su mundo no se han arrepentido de utilizar el terrorismo como  instrumento de lucha política. Simplemente han comprendido que en este momento, ese instrumento ya no es útil. Es verdad que ha cesado la actividad armada de la banda, pero ni ha entregado las armas, ni ha pedido perdón por sus crímenes. Muy al contrario, el complejo ETA-Batasuna trata de obtener rentabilidad política de su trayectoria sangrienta, convenientemente blanqueada. A ese blanqueo colaboran, por cierto, algunas instituciones democráticas. Pedro García