El fanatismo islámico va a más en todo el mundo: el yihadismo asesinó el año pasado a 9.572 personas, un 15% más respecto al año anterior
Sr. Director:
La OTAN puede encontrar una nueva razón de ser, a la que se suma el desafío de la expansión del terrorismo yihadista en los países del Sahel. Durante el mes pasado, la capital de Malí ha sido escenario de masivas manifestaciones contra Macron, justo cuando en París recibían sepultura trece militares franceses muertos en el choque de dos helicópteros.
Se acusa a Francia de ineficacia en la lucha contra el yihadismo a pesar de los soldados franceses muertos y de los miles de millones de euros que cuesta su misión protectora. Pero, de momento, la OTAN no ve necesario implicarse en la guerra contra el yihadismo en África donde, por cierto, no deja de crecer la influencia de China y de Rusia.