Sr. Director:
En una sociedad democrática, como recordaba uno de los últimos días de febrero, el Cardenal Arzobispo de Barcelona, las ideas se defienden con la palabra, nunca con la violencia. Es tarea de todos trabajar por mantener la concordia y ser instrumentos de paz en nuestras calles, ante quienes se crecen con la provocación e intentan sacar rédito del clima de envilecimiento social que ellos mismos generan.