Sr. Director:

Si no hay infierno ¿Por qué una persona no quiere ir a ese sitio tan “infernal”? En la actualidad lo que ocurre es verdaderamente demencial, insólito, irracional. Pongamos por ejemplo a Dios: si no creen en Él ¿Por qué lo persiguen? Sí creen, sí, pero no quieren someterse a la Ley de Dios y se revelan contra Él. Lo mismo se puede decir de la existencia del infierno: si no existe ¿Por qué le temen? Las consecuencias de esta irracional negación, producen el sufrimiento humano, que tampoco nadie lo quiere pero lo promueve con su conducta. Esta sociedad no sin Dios sino contra Él, ha facilitado que Satanás que sí cree en Dios, ha conseguido que muchos seres humanos nieguen a Dios y le adoren a él. La presencia de Satanás ha hecho una sociedad triste, sin esperanza, que se va exterminando poco a poco sin que nadie se percate. Pero yo cuando voy por las calles, percibes un ambiente triste, sin alegría, sin esperanza, y ese es el fruto de Satanás, que hoy en día domina el mundo y hasta se ha infiltrado en la Iglesia Católica, en la cuale ves que no hay fervor, que no hay nada sagrado, que mengua la asistencia de los fieles y ningún joven o muy pocos, asisten a los templos. El Cardenal Robert Sarah escribió hace unos años un libro titulado “Se hace tarde y anochece” Hoy lo habría titulado “Ya es tarde y noche cerrada.” Recuerden que el cielo al que todos queremos ir y el infierno, existen.