Sr. Director:
Tendrá que pasar la primavera para echar una mirada atrás y valorar en toda su dimensión el espectáculo entre cómico y dramático que está ofreciendo la ensalada de partidos elegidos el pasado diciembre como secuela de la crisis económica.
No solo se está haciendo imposible la formación de un Gobierno de mayoría estable, sino que los partidos tienen que afrontar, en mayor o menor medida, su propia estabilidad interna, minada por los casos de corrupción o financiación ilegal por una parte y los desacuerdos de sus dirigentes por otra.
En este escenario, el Partido Popular parece asumir estoicamente su soledad, mientras Pedro Sánchez (PSOE) sobreactúa para mantener la iniciativa, por ejemplo, con su visita al Presidente de la Generalitat y al Vicepresidente de la misma, claramente independentista.
Una visita extraña y ambigua, que puede esconder la negociación para lograr la abstención de los independentistas (Antigua Convergencia y Esquerra Republicana) ante un hipotético pacto de izquierdas. Sánchez juega con fuego.
Suso do Madrid
La Iglesia española se enfrenta a Sánchez y se opone a la derogación del delito de ofensas a los sentimientos religiosos, o sea, a la legalización de la blasfemia
11/12/24 12:10