Sr. Director:
Muchos profesores están expuestos hoy a un alto riesgo de estrés laboral, incluso por encima del que sufren los mineros, los paracaidistas, los pilotos de pruebas y los trapecistas de circo.
Un Informe de la OIT (1981) dice que "un número creciente de estudios realizados en los países desarrollados muestran que los docentes corren el riesgo de agotamiento físico o mental bajo el efecto de dificultades materiales y psicológicas asociadas a su trabajo".
Es un hecho que el exceso de nuevas responsabilidades y la acumulación del trabajo está ocasionando un gran desgaste a muchos profesores de enseñanza secundaria. Hoy, he estado en una reunión con profesoras de secundaria y lo he comprobado. Yo soy un profesor de secundaria jubilado.
Ese desgaste se denominó inicialmente "surmenage" y "malaise enseignant". Más adelante fue conocido como "burnout". Este último término se refiere al síndrome del trabajador "quemado", como consecuencia de un estrés laboral crónico. Afecta más a los profesionales con atención personal a terceros, como, por ejemplo, médicos, enfermeros, asistentes sociales, orientadores y profesores.
El fenómeno está incidiendo en más profesores de lo que veníamos suponiendo. Así lo refleja, por ejemplo, una noticia del diario La Vanguardia: "La sensación de estar emocionalmente agotado resume el síndrome del quemado, que amenaza al 20% de los profesores de secundaria, según un estudio realizado por UGT y financiado por el Ministerio de Trabajo. El diagnóstico está basado en una encuesta a 1.125 profesores de secundaria de toda España".
Jesús Martínez Madrid
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15/12/24 07:00