Sr. Director: El Santo Padre expresó que "la persecución es el pan de cada día en la Iglesia", y que "cuando hacemos turismo por Roma y vemos el Coliseo, pensamos que los mártires eran esos asesinados por los leones". Pero –añadió– "los mártires no fueron solo esos" sino que "son hombres y mujeres de todos los días: recordaba a esos cristianos que celebraban la Pascua en Pakistán fueron martirizados precisamente porque celebraban al Cristo Resucitado. Y así la historia de la Iglesia va adelante con sus mártires". Francisco explicó que el martirio de Esteban desencadenó una cruel persecución anticristiana en Jerusalén análoga a esas sufridas por quien hoy no es libre de profesar su fe en Jesús. Al respecto, el Santo Padre advirtió que hay otra persecución de la que no se habla tanto, una persecución "disfrazada de cultura, disfrazada de modernidad, disfrazada de progreso". Es una persecución, definió el Papa como "educada". Así, explicó que este tipo de persecución se da cuando se persigue al hombre no por confesar el nombre de Cristo, sino por querer tener y manifestar los valores del Hijo de Dios. "¡Es una persecución contra Dios Creador en la persona de sus hijos!", exclamó. Lluis Esquena Romaguera