Sr. Director:
Son muchas y variadas las razones que se pueden dar y explicar para no aceptar ni consentir la separación de una región de España, y menos Cataluña; tanto históricas, sentimentales, o económicas. Pero vamos únicamente a dar razones considerando la época y la sociedad actual en la que vivimos:
1º.- Nuestra Constitución consagra la unidad de España como nación: "patria común e indivisible de todos los españoles" (Título preliminar, Art. 2).
2º.- La soberanía reside en todos los españoles: "La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan todos los poderes del estado" (Título preliminar, Art.1. párrafo 2).
En consecuencia mientras no se cambien estos artículos en la Constitución, que es la Ley de leyes, no se puede autorizar ningún referéndum de carácter secesionista. Si el Presidente del Gobierno lo autorizase, o cualquier otra autoridad Autonómica lo hiciese; entraría inmediatamente en los delitos de abuso de poder, y de prevaricación.
3º.- Supongamos "en hipótesis" que el resto de los españoles les diésemos la independencia a esa región. No acabaríamos con el problema, no ya de que paguen la deuda, que actualmente tienen con el resto de España, o "su encaje" en la UE; sino que a la vuelta de la esquina estarían reclamando como suyas las tierras de la región Valenciana y las islas Baleares. Y tampoco terminarían ahí hasta hacerse con Aragón. Porque en realidad nunca ni han gobernado, ni sabido gobernarse cuando han tenido la oportunidad en la historia, y siempre ha tenido que salir Castilla a su rescate.
De hecho lo de los países catalanes es una entelequia.
4º.- La situación actual de Cataluña, y no es en el terreno económico, ya de por si mala; sino en el de convivencia, es malísima y puede ser muy explosiva:
En la reciente y malograda manifestación como homenaje a las víctimas del terrorismo Yihadista, sólo asistieron 500.000 personas según los datos oficiales. Como nadie los ha puesto en duda, ni siquiera los organizadores, vamos a dar la cifra por cierta.
En Cataluña hay censadas 500.000 personas de religión mahometana o musulmana, los cuales serían considerados, en la hipótesis que manejamos y por las noticias que nos llegan; catalanes de derecho de forma inmediata y con nacionalidad catalana. Podrían acceder y de hecho lo harían en unas primeras elecciones a "tocar poder". Entrarían en todas la instituciones. Y a renglón seguido podrían hacerse con el Gobierno. ¿Qué pasaría entonces? En un régimen ya desde su inicio dictatorial: ¿podría ser una cabeza de puente para los radicales? Y que no me hablen de moderados. ¿Por qué proliferaron en la manifestación los carteles, "todos iguales" del: no a la Islamofobia? ¿Quién se había metido con ellos? ¿Cuántos carteles o pancartas se llevaron condenando los atentados y la Yihad? ¿No era un homenaje a las víctimas?
¿No es hora de que argumentos como los aquí expresados, y otros que también se pueden argüir; por quien tiene competencia y deber para ello, se digan y se expliquen tanto en el Parlamento nacional, como en el Autonómico de Cataluña? ¿O es que el Presidente del Gobierno de España, no puede hablar en los parlamentos regionales cómo y cuándo lo considere oportuno?
- R. Pablos