Sr. Director:
Las declaraciones de Pablo Iglesias alabando al Papa Francisco perjudican muy mucho al Papa, además de producir desconcierto en muchos católicos a los que debe preocupar y mucho la apropiación y manipulación que de su persona y su obra hacen todos los que se llaman progresistas, especialmente aquellos que se pasan la vida atacando a la Iglesia Católica en su Jerarquía, en sus sacerdotes, en sus fieles, en sus sacramentos especialmente el Orden Sacerdotal, y en el Matrimonio, en su moral sobre la defensa de la vida y en contra del genocidio censurado del aborto.
Cardenales, arzobispos, obispos, sacerdotes y simples fieles son vejados, injuriados y proscritos por defender algo tan natural como la dignidad de la persona humana hombre y mujer y cuestionar algo que está minando toda la realidad social y natural como es la ideología de género en sus diversas formas de alienación.
Que el Papa reme en la misma dirección que Podemos o que Podemos reme en la misma dirección que el Papa como afirma Pablo Iglesias, es algo tan esperpéntico que supera todo la imaginable. Ya no hablo de las acciones obscenas y sacrílegas profanando capillas, sino de la obsesión que todos los partidos de izquierda y alguno de derecha sienten contra todo lo que suena a católico: enseñanza, universidad, justicia social, entrega a los más necesitados, arte y cultura católicas cercenadas (cabalgatas profanadas, mártires humillados…), observatorios según los esquemas stalinistas del laicismo negativo para denunciar toda clase de presencia de símbolos católicos en la vida pública desde las cárceles hasta las escuelas, desde los hospitales a las FF.AA.
Que el Papa Francisco sea un valiente y un líder mundial no es por lo que piensan muchos como Pablo Iglesia, sino porque es el sucesor de San Pedro, contra el que nada han podido ni pondrán las fuerzas del infierno de dentro y de fuera.
Fidel García Martínez
Dile a los jueces y juezas... Vicente Vallés, ejerciendo de feministo
14/12/24 15:00