Para entendernos, lo que une a los muy distintos elementos que componen el Frente Popular que detenta el poder en España (socialistas, comunistas y separatistas, principalmente), el único punto en común de todos ellos, es su cristofobia, su odio a Cristo a su Cuerpo Místico, que es la Iglesia.

Natural: odian a España porque España no se entiende sin su fe en Cristo, su amor a María y su defensa del Romano Pontífice. 

Sí, al menos en su historia porque, ahora mismo, España no se conoce a sí misma. Pero recuerden: es la historia lo que nos define y lo que siempre acaba por imponerse o, al menos termina por resucitar.