En respuesta a una pregunta parlamentaria de Vox, el Gobierno socialista-comunista ha respondido que comer insectos es una maravilla, porque son "una fuente de nutrientes muy saludable" con alto contenido de grasa, proteínas, vitaminas, fibra y minerales, "lo que permite facilitar la transición hacia dietas saludables y más sostenibles con el medioambiente".

El Gobierno —cuyo ministro de Consumo es Alberto Garzón, el comunista que critica el consumo de carne mientras se pone ciego de jamón en aperitivos— ha justificado su respuesta, que sigue las directrices de Davos, en las recomendaciones de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Así las cosas, proponemos una recogida de firmas para obligar a que tanto en Davos, como en Moncloa, como en el Congreso, a partir de ahora los catering vayan bien surtidos de moscas, cucarachas, escarabajos, arañas, mosquitos y demás ejemplares de insectos de la madre tierra...