El Partido Popular no está de acuerdo con el contrato único ni con las apuestas por los emprendedores. ¡Pues hay que ser tonto! Para dos de las pocas buenas ideas de Ciudadanos. Y la formación de Albert Rivera aún se queda corto. El contrato único significa despido libre… pero es que ¡el despido libre es justo!, mientras sea indemnizado. No olvidemos que la precarización no deja de ser un recurso psicológico. El empelo seguro no existe ni en el contrato temporal ni con el indefinido. Si el trabajo no resulta útil hay que despedir al trabajador… o vivir a costa del vecino (o del Estado). Respecto a lo segundo, a lo de los autónomos… pero hombre si la única forma de salir del paro en la economía del siglo XXI es apostar por el cuentapropismo,  esto es, porque cada cual se cree su propia máquina de facturar. El profesional, el autónomo, el emprendedor, son los que más rinden, los que más crean, los que más rinden de todos los trabajadores, porque asumen riesgos y se juegan su propio dinero. Hay que buscar una España de autónomos y emprendedores. Y para ello, el Estado no debe ayudar, lo que debe hacer es no molestar. Su mejor ayuda consistiría en lo siguiente: durante el primer año de la vida de un negocio se eximiría al emprendedor, no sólo de pago del impuesto sobre beneficios, sino también de las cuotas sociales. Dicen en el PP que eso podría aumentar el fraude. Pues luche contra el fraude, pero sin destrozar la creatividad laboral de los españoles. Hispanidad redaccion@hispanidad.com