La economía circular era la de antes y el reciclaje verdadero consistía en que te vendían la leche en una botella de cristal, devolvías la botella, la lavaban y la volvías a utilizar. La misma botella.
Reciclar no es vender la leche en 'tetrabrik' y luego obligar a un costosísimo sistema para reciclar un instrumento como el tetrabrik, con no sé cuántos componentes distintos alberga. El problema del ecologista es que no entiende que ecologismo no es otra cosa que austeridad, aunque distinguiendo: una cosa es la santa pobreza y otra la puta miseria.
Austeridad no es complicar la vida del hombre buscando el bien del planeta, sino hacer fácil la vida del hombre dejando el planeta en buen uso para la generación que viene… generación de hombres, no de cosas, y hablo de cosas con vida o sin ella… que lo que importa es la vida humana. Por lo demás, no me gusta la economía circular, de corte panteísta, como no me gusta la vida circular, el eterno retorno sobre uno mismo: ¡Qué aburrido! Con lo hermosa que es la cosmovisión cristiana, en forma de cruz, abierta a los cuatro puntos cardinales, dispuesta a sacarle todo el jugo a la existencia.
Hispanidad
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