De todos es sabido que la alcaldesa de Barcelona es una férrea defensora de la lucha contra el cambio climático. Pues bien, el pasado 9 de septiembre el consistorio de la Ciudad Condal adjudicó un contrato de 328.662 euros para “el acompañamiento participativo y pedagógico de las escuelas” para concienciar a los niños sobre el cambio climático. El proyecto se mantendrá hasta noviembre del 2021 y fue adjudicado a la compañía Lavola 1981 SAU.
¿Y en qué consiste el proyecto? Según el pliego de prescripciones técnicas del concurso -publica metropoliabierta.com- : se trata de “preparar a los equipamientos públicos de la ciudad para afrontar las altas temperaturas que, según las proyecciones, afectarán gravemente a la ciudad de Barcelona”. En ese sentido, la intención de Colau es “intervenir en 11 escuelas públicas de educación infantil y primaria de Barcelona con un paquete de medidas azules (agua), verdes (naturaleza) y grises (arquitectura) que permanecerán abiertas durante el verano como refugio climático en caso de situación de emergencia por altas temperaturas”.
¿Y por qué el empeño de la edil barcelonesa en este tipo de educación 'climática'? Porque Barcelona tiene 1,6 millones de habitantes, un clima mediterráneo caluroso y húmedo, con efecto isla de calor en verano. Los espacios verdes son reducidos y “muchas personas no pueden salir de la ciudad en el periodo estival bien debido a la pérdida progresiva de poder adquisitivo estructural o por no tener vacaciones”. Además, un estudio que evalúa la sensación térmica de calor y humedad y sus efectos sobre la salud concluye que actualmente la capital catalana está en niveles de riesgo que se pueden agravar los próximos años con más olas de calor. Normal que Colau esté preocupada.
La mayoría de las escuelas, además, no están climatizadas, los patios escolares suelen estar pavimentados y faltos de sombras. Con la labor pedagógica de este proyecto, el consistorio apuesta por concienciar a los niños respecto al cambio climático. “Todos los cambios serán monitorizados desde la perspectiva de la salud y el bienestar de manera que se pueda evaluar el impacto conseguido en los términos de parámetros ambientales, salud, rendimiento escolar, bienestar, inclusión social, género, patrones de juego y uso del patio”.
Este experimento se encuadra dentro del proyecto europeo Urban Innovative Actions (UIA) Adaptando las escuelas al cambio climático a través del verde, el azul y el gris. En el proyecto se detalla que durante el curso escolar el alumnado disfrutará de su escuela “sin padecer las temperaturas actuales” y los casales de verano tendrán “zonas de ocio refrescante”.
Y esta es otra más de las iniciativas de Colau en pro de la naturaleza, las altas temperaturas, las mujeres, los colectivos LGTBI, los niños, el tráfico y la necesidad de contar con los mejores asesores para tomar las mejores decisiones, siempre pensando en los ciudadanos y las ciudadanas de la capital catalana. Y todo por un módico precio.