Me temo que estemos confundiendo nuestros deseos con la realidad. Que un desastre como Pedro Sánchez, que supera con mucho el desastre Zapatero, deba pasar a la historia, y no precisamente en sus capítulos más egregios, no significa que vaya a ocurrir en la realidad: no confundamos nuestros deseos con la realidad.

Como ya hemos dicho en Hispanidad, el triunfo de Moreno Bonillaprogre de derechas, resulta indiscutible pero también lo es que a Sánchez habrá que echarle de Moncloa en parihuelas. 

Ahora bien, también sabe que ahora el que está crecido es Feijóo, y don Alberto no desea pactos algunos. Desea hacer elecciones ahora mismo, para ganarlas. Y probablemente las ganaría. Por tanto, Sánchez asegura que debe aguantar hasta el mismísimo día 10 de enero de 2024.

Y eso implica mantener como sea el Gobierno con un Podemos en decadencia pero tan necesario como hace tres años. No puede hacer otra cosa que aguantar y seguir cediendo ante la extrema izquierda. Una y otra vez. 

Bueno, sí que podría hacer algo: dimitir. Pero eso ni se lo plantea. Le gusta tanto hablar ante un micrófono que tiene que quedarse como presidente del Gobierno. 

No confundamos nuestros deseos con la realidad.

Andalucía anticipa el final del Sanchismo. ¿Seguro?