Si ZP no se entendió con George Bush parece que aún menos se entiende con Ángela Merkel. Fríos como un pez, ambos mandatarios se reunieron en Hannover y la alemana aprovechó para afearle su victimismo pro-euro. Y su déficit público. Algo bastante injusto con España, dicho sea de paso, porque hasta antes de la crisis, España estaba en sobresaliente y Alemania en notable
El presidente del Gobierno español comenzó su carrera política encabronando a la fracasada Merkel y continúa encabronándola: preparó su entrevista del lunes con una serie de entrevistas en medios alemanes donde sacaba pecho por el escaso endeudamiento español, inferior al germano.
En cualquier caso, la cumbre hispano-alemana no ha servido para nada. ZP es considerado un desastre en toda Europa, su peso es el de un globo, un globo hinchado de vanidad. En España la imagen es algo más moderada pero camina hacia la misma meta.
Al mismo tiempo, la prepotencia alemana resulta asimismo peligrosa. Una unidad supranacional compuesta por 27 países y 500 millones de personas no puede ser regida por una señora y un señor, por Ángela Merkel y Nicolás Sarkozy.
Miriam Prat
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