• El acuerdo con Chevron fue una cortina de humo. Los norteamericanos no se fían de Cristina Fernández ni de La Cámpora.
  • Y Repsol amenaza con llevar a los tribunales a la petrolera norteamericana si explota el yacimiento expropiado.

Cuando en Repsol aseguraban que el acuerdo entre la expropiada YPF y la petrolera norteamericana Chevron, era pura filfa sin concreción alguna, en verdad creía que se trataba de una venganza de la compañía de Antonio Brufau. Ahora, ya no lo tengo tan claro. El informado periódico electrónico argentino Infobae lo tiene claro: el nuevo líder de YPF, el argentino Miguel Galuccio no consigue inversores para Vaca Muerta, la gran esperanza petrolífera argentina, cuya explotación puede salir por cerca de 24.000 millones de euros. No sólo eso, la acción de YPF se desploma tras la expulsión de Repsol y Argentina sigue siendo un país en el que no confían los inversores.

De hecho, Chevron no se fía de la veleidosa presidenta Cristina Fernández (en la imagen) y mucho menos del grupo de jóvenes de La Cámpora, que capitanea su hijo, Máximo Kirchner, una mezcla de maoístas y capitalistas depredadores... que ya es difícil.

Además, Repsol ya ha dejado claro que si cualquier petrolera, sea Chevron o Sinopec, lo que considera su embargado yacimiento también les demandará ante los tribunales internacionales.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com