Este mundo está lleno de ingenuos. 11 gobiernos europeos le han dicho a Angela Merkel -Sarkozy sólo es el consorte- que las políticas de ajuste deben dar paso a la políticas de crecimiento.

Lo hacen justo en el día en que Alemania se negó a firmar el segundo rescate a Grecia mientras Atenas se convertía en una ciudad sitiada. Es más, Berlín se ha quitado la careta y el IV Reich quiere gobernar en Grecia, ya sin tapujos.

Y en su ingenuidad, algunos piensan que la misma Merkel que dictamina tamaño atentado contra la soberanía griega y tamaños ajustes para los ciudadanos griegos, va a cambiar de política porque se lo pidan 11 gobiernos. Para ella son 11 súbditos. Esto no es Europa: es 'Aleuropa', un continente de 27 países -en especial los 17 de la Eurozona- regidos por Alemania. Un IV Reich en toda regla. Eso sí, el IV Reich no se impone mediante carros blindados sino mediante euros. Pero el motor y el objetivo son los mismos.

Merkel no cederá jamás: está en su naturaleza. ¿No les sorprende que Alemania nunca plantee su propia salida de euro? Hablo de la clase dirigente germana, no de los periódicos amarillos de aquel país, algo parecido a Público pero con pornografía. Porque Alemania, la más quejosa de lo mucho que 'ayuda' a los países periféricos, ha sido el Estado más beneficiado por la Unión Europea desde 1992, Maastricht, y por la moneda única desde 1999 ó 2002, según prefieran. Han creado un mercado donde ellos producen y el resto son clientes y ahora han dado el siguiente paso: unificar soberanía fiscal -es decir, cargarse la soberanía fiscal- bajo su batuta y a su conveniencia, naturalmente.

No es ninguna tontería -al menos amagar- con salirse del euro, una unión monetaria que tanto ha perjudicado a países como España y, sobre todo, a los más pobres del continente, en beneficio de los más ricos. Aunque resulta más constructivo refundar Europa, según el viejo ideal de los padres fundadores -casualmente todos cristianos comprometidos-: una Europa solidaria donde los más ricos ayudaban a los más pobres a mejorar su nivel de vida. He dicho su nivel de vida, no su capacidad de endeudamiento, que es lo que significa el segundo rescate a Grecia, destinado a que los griegos puedan pagar sus deudas, siempre crecientes, con sus prestamistas, por ejemplo, alemanes.

En definitiva, la Europa cristiana de Robert Schumann. Pero por de pronto, la extorsión alemana a Grecia debe detenerse.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com