Salvo que a Hugo Chávez se le ocurra alguna otra idea brillante, a Repsol YPF no le va a afectar la nacionalización de todo el sector energético venezolano. Y es que la petrolera española se adelantó, y fue la primera multinacional que opera en Venezuela en aceptar el 60/40, esquema favorito del casi-dictador de Chavezuela.
En Repsol YPF confían, además, en las buenas relaciones entre los Gobiernos de Caracas y Madrid, al menos buenas relaciones nominales. Sin embargo, en principio, la nacionalización implica la toma del 100 por 100 del capital, y la conversión del operador en empresa estatal.
Por ahora, son las compañías norteamericanas (Exxon, Chevron, etc) y la francesa Total, las que más temen el proceso ha anunciado por Chávez. Pero nadie debería sentirse a salvo.