Sr. Director:
El pasado sábado leía un artículo titulado Las ganancias del negocio de la píldora abortiva se duplican: 2,3 millones en tres meses.

 

Según el articulista, desde que la píldora abortiva, conocida como "píldora del día después" (PDD), se dispensara en las farmacias sin receta médica los fabricantes de los laboratorios se frotan las manos: sólo en los tres primeros meses (octubre, noviembre y diciembre), la facturación ascendió a más de 2,3 millones de euros, casi el doble de lo que ganaron las mismas farmacéuticas con el producto en los tres meses anteriores.

Recordemos que la píldora (PDD) impide que el óvulo fecundado se implante en el útero, reduce la velocidad de los espermatozoides y adelanta o retrasa la menstruación. Entre sus efectos secundarios, puede provocar dolor de cabeza, náuseas y vómitos, trastornos del sistema nervioso central, gastrointestinales, genitourinarios, dolor abdominal, retrasos o fuertes hemorragias.

Es escandaloso que un Gobierno socialista no sólo permita sino que apruebe y aplauda comportamientos como estos, que empresas multinacionales hagan grandes negocios con productos que son una bomba hormonal. Es así que una de las empresas pactó con Sanidad un precio bajo para uno de sus medicamentos innovadores, un antiasmático, con tal de poder vender su Norlevo sin receta médica. Todo un modelo de bien hacer. Y es que a unos les prima el negocio y a otros la ideología o ¿también hay negocio?

José Morales Martín