Con los halcones del nuevo Gobierno socialista intentando descabalgar a los presidentes de empresas privatizadas, lo cierto es que los asaltantes deberán contar con las instituciones de inversión colectiva, fondos de inversión o de pensiones, verdaderos propietarios de casi todas las grandes empresas. Endesa, cuyo presidente es Manuel Pizarro, puede resultar un buen ejemplo. Los fondos extranjeros se reparten un 51% del capital, en este orden: Europa continental (19%), Estados Unidos (18%) y Reino Unido (14%). A ello habría que añadir otro 24% de tramo institucional español. Les advertimos que los representantes de esa mayoría capital podrían caber en una sala de juntas. Y, salvo que el presidente lo haya hecho rematadamente mal, a ninguno de ellos les gustan las intromisiones políticas.