- Los católicos franceses están profundamente en desacuerdo con la ley sobre los matrimonios homosexuales aprobada por su Gobierno.
- Y, sobre todo, con la liberalización del supuesto 'derecho al aborto', debatido en el Parlamento, y el estudio de normativas para legalizar la eutanasia.
- Ambos líderes han conversado sobre temas de actualidad como la familia, la bioética, el respeto a la comunidad religiosa y los conflictos internacionales, donde han señalado que es importante el diálogo para restablecer la paz, así como el respeto de los derechos de todos, especialmente de los de las minorías.
- El último jefe de Estado francés que fue recibido por un Papa, Benedicto XVI, fue Nicolas Sarkozy, el 8 de octubre de 2010.
El Papa Francisco y el presidente francés, François Hollande (en la imagen), se reunieron en privado en el Vaticano durante 35 minutos.
Algunos medios de comunicación franceses interpretan la visita de Hollande como un intento por acercarse al electorado católico profundamente en desacuerdo con la ley sobre los matrimonios homosexuales aprobada por su Gobierno, pero sobre todo debido a la liberalización del supuesto derecho al aborto, debatida esta misma semana en el Parlamento, y el estudio de normativas para legalizar la eutanasia. Vamos, después de haberles despreciado con leyes y proyectos de leyes que atentan contra la ley natural.
Recordemos también, por contextualizarlo todo, que el Pontífice envió un mensaje al nuncio apostólico en Francia, Luigi Ventura, en el que le transmitía su apoyo a la Marcha para la Vida, organizada el pasado domingo en París como protesta a la liberalización de la interrupción voluntaria del embarazo impulsada por la ministra de Igualdad francesa, Najat Vallaud-Belkacem. En esa marcha se escucharon gritos a favor de la reforma de la ley del aborto que promueve el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón que, al menos, no ve el aborto como un 'derecho'.
Hollande y el Papa Francisco han conversado sobre temas de actualidad como "la familia, la bioética, el respeto a la comunidad religiosa y la tutela de los lugares de culto", también acerca de conflictos internacionales y de "la pobreza y el desarrollo, la migración y el medio ambiente", según informa un comunicado de la Santa Sede. Los dos líderes han manifestado "la contribución de la religión al bien" y han confirmado "el recíproco esfuerzo por mantener un regular diálogo entre la Iglesia católica y el Estado y colaborar constructivamente en cuestiones de interés común".
Respecto a los conflictos internacionales, el presidente francés y el Pontífice han incidido en los que suceden en Oriente Medio y algunas partes de África, y han coincidido en la necesidad de que se restablezca la convivencia social pacífica a través del diálogo, con la participación de todos los componentes de la sociedad y el respeto de los derechos de todos, especialmente de los de las minorías étnicas y religiosas.
El presidente, quien ha estado en Italia en cuatro ocasiones tras su elección en mayo de 2012, no ha visitado nunca el Vaticano y el último jefe de Estado francés que fue recibido por un Papa, Benedicto XVI, fue Nicolas Sarkozy, el 8 de octubre de 2010.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com