El editor más importante del país lo tenía claro: "yo, con que caiga Aznar me conformo". Sus próximos decían que abordaría su siempre aplazada sucesión cuando consiguiera cobrarse la cabeza de Aznar. La verdad es que sólo lo ha conseguido en parte, porque Aznar se retiraba el 14-M de cualquier modo, pero a él le sirve. Lo cierto es que durante la última reunión directiva de Polanco con su gente, para ser exactos en Sogecable, antes de las vacaciones de Semana Santa se le vio exultante. Ahora que el enemigo está muerto y enterrado (y vituperado por los medios de Polanco) a lo mejor el cántabro decide quedarse otros 20 años.