Sí, es cierto que la presión fiscal global es mayor en Europa que en España. A partir de ahí conviene aclarar varios aspectos. De entrada, la diferencia entre presión individual y presión global. De salida: los menores salarios que se cobran en España respecto a nuestros vecinos europeos. Por progresivo que sea el sistema, una subida general de impuestos otra más- colocaría a los españoles más pobres en una situación aún más desesperada que la actual. Así lo confirma el sindicato de técnicos de Hacienda, GESTHA, que en la mañana de este lunes contrargumentó con datos las palabras de Blanco.
Recordemos lo que asegura el Banco Central Europeo: la prioridad es reducir el déficit público pero, ojo, reduciendo el gasto público, no aumentando sus ingresos, que es lo que pretende el Gobierno Zapatero.
Los únicos impuestos que en justicia pueden subirse en España son el IVA y el impuesto sobre el ahorro. Pero es que ambos han subido ya.
Y eso en el mismo día en que se anuncia la segunda prórroga de los 426 euros a los parados de larga duración. Zapatero continúa con su política progre: en lugar de reducir los impuestos que gravan el empleo aumenta las prestaciones a los parados. De esta forma, seguiremos sin crear puestos de trabajo y nos quedaremos sin dinero para pagar los subsidios, además de alentar la vagancia. Muy filantrópico pero injusto.
Eulogio López
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