El ex presidente del Gobierno trabaja para el principal competidor de la mayor multinacional española
La cosa resulta curiosa. El ex ministro de Economía, Carlos Solchaga, se ha montado un chiringuito de ‘facilitador'. O dicho de otra manera, está rentabilizando sus relaciones político-empresariales especialmente en Hispanoamérica. Y la empresa española que quiera hacer negocios en la región, tiene que pagar el peaje. Ahí están al menos Telefónica y Repsol, pagando el impuesto Solchaga. Algo así como el ‘impuesto Garrigues' que pagan las multinacionales americanas cuando querían hacer negocios en España.
Lo curioso es que Solchaga le sigue asesorando a González en materia económica. Es su ‘coacher' de las ‘dos tardes', le prepara los números, etc. Y ocurre que Felipe González es el principal asesor del dueño de Telmex, Carlos Slim. O sea, el ex presidente trabaja para la teleoperadora que se ha convertido en el gran obstáculo del despliegue de la mayor multinacional española, Telefónica. Por aquello del patriotismo empresarial, suponemos.
Pero lo peor es que su amigo y consultor, Carlos Solchaga, le sigue haciendo los números trabajando –bueno, al menos cobrando- para la competencia. Es lo que se llama coherencia.