En pleno mes de agosto, y por la vía del real decreto ley, reservado a casos de urgencia, el Gobierno ha dado luz verde a la televisión digital terrestre de pago.
El beneficiario de esta decisión es un grupo de comunicación afín al Partido Socialista-más en concreto afín a los postulados del Presidente- que ahora ya puede rentabilizar sus enormes inversiones en la compra de derechos para la retransmisión de partidos de fútbol.
El real decreto comportará haber de comprar un nuevo decodificador, entretanto, se han vendido cerca de 17 millones de decodificadores que no servirán para ver la TDT de pago, ni tampoco la TDT de alta definición, que comenzará el próximo año. Pero ésta parece una preocupación menor para los socialistas, que tantas pruebas han dado, allí donde gobiernan, de anteponer sus intereses de partido a cualquier otra consideración. Denunciar esta actitud en unos casos sí y en otros no, según convenga, es un ejercicio de hipocresía al que nos están acostumbrando.
Jesús Martínez Madrid
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