Al final, la operación Abbey National puede salirle bien al Santander Central hispano (SCH), de Emilio Botín. Es más, aunque se trata de un mercado difícil, los bancos británicos tiemblan ante la competencia que pueda plantearles el Santander.

Ahora bien, a Emilio Botín la operación Abbey le plantea un serio problema: su sucesión, en principio prevista para su hija Ana Patricia Botín, actual presidenta de Banesto. Y es que, a partir de ahora, el Santander, cotizando en la Bolsa de Londres, va a estar bajo la lupa de una legión de nuevos analistas, así como bajo los juicios sistemáticos de Financial Times y The Wall Street Journal Europe. Analistas y periodistas a los que les resulta extraño el esquema de un banco familiar, dinástico, en el que la primogénita sustituye a su padre en la Presidencia.

Los equipos de imagen de Botín, que son casi tan legión como los analistas, piden una campaña que catapulte a Ana Patricia a lo más alto de las finanzas europeas y mundiales. Piden, en resumen, que aparezca en todo tipo de fotos. Veamos si basta.