El ministro del Interior destaca el valor pedagógico de la Ley
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta De la Vega destacó que esta semana había sido una "buena semana". ¿La razón? La Ley de igualdad. "El Gobierno está satisfecho y yo estoy feliz, porque siempre he defendido la igualdad de las mujeres". Por supuesto, De la Vega pasa como de puntillas por el hecho de que la Ley haya contado con la abstención del PP.
"Es un gran día para las mujeres y para los hombres y además por muchas generaciones", señala De la Vega, que deja claro que pretende que la reforma tenga impacto a lo largo del tiempo.
Como el autobombo no le pareció suficiente a Rubalcaba, el ministro del Interior se lanzó a la arena de las alabanzas. "Ella lo ha dicho con la boca pequeña porque es la madre de la criatura, así que lo haré yo con la boca grande". Voilá. Ahí estaba el ministro, dispuesto a todo. Destacó no los derechos y deberes, sino el "incalculable" valor pedagógico" de la Ley. Lo dicho, no se trata sólo de crear cuotas, sino de un modelo de sociedad. Más claro, agua.