El reciente discurso de Rajoy sobre las medidas a adoptar por el Gobierno fue abundantísimo en conceptos.
Casi todo tocó como un líder programado dio perfecta la lección a quienes él cree que mandan, siendo cuidadoso en no mencionar "la bicha", esas cuestiones tabú que no deben ser jamás nombradas.
A Rajoy le aplaudían a rabiar, pero solo los suyos. Los demás aplauden a rabiar también nada más que a los suyos, cuando les toca. Era de esperar, y así fue.
Rajoy es un señor que tiene estudios, y ha sido capaz de tener éxito en las dificilísimas oposiciones a Fedatario Público, que tanto priman la memoria, y los textos escritos.... que domina el arte de la memoria se le nota. Otra cosa es que Rajoy sea un intelectual, un personaje brillante por la toma de decisiones, no.
Rajoy no es un líder del que se pueda esperar unas decisiones óptimas. Pues Rajoy demuestra que obedece, sin esperar órdenes, para satisfacer al que a su entender manda. Pero aún no ha sido capaz de explicar a quién hay que obedecer.
Un detalle de su discurso, solo uno voy a analizar. Afirma que las naciones de nuestro entorno mantienen el principio de "quien contamina, paga" y ese va a ser la guía de sus políticas ambientales.
Debería saber Rajoy, si es que tiene buenos asesores, que el gran fallo de esa política es su práctica: "porque pago, contamino". Es más barato a una industria contaminar y pagar, que desarrollar y aplicar tecnología de aprovechamiento de residuos, y emanaciones cero.
Esos son los errores de desenfoque que tiene Rajoy, es muy aplicado, se aprende lo que le dicen que debe decir, y cuando decide sólo sabe cortar las cabezas de quienes tiene a mano.
Rajoy no escucha ni a sus bases, solo escucha a los miembros del aparato de su partido que viven como marqueses a costa del partido, en sus sedes, fundaciones y otras canonjías propias de los partidos en el poder.
Así con Rajoy habrá más contaminación, pues no será capaz de librar de impuestos a las industrias que cumplan condicionalidad ambiental, pues en su ansia recaudatoria favorecerá a los contaminantes con tal de recaudar una miseria.
En igual desenfoque la emprende con los familiares cuidadores de dependientes, a hacer la vida más dura a quienes cuidad de un familiar enfermo.
Rajoy es un peligro para las personas con vulnerabilidad, pues son los primeros grupos a quienes les aplica medidas que dificulten su calidad de vida, o su mismo derecho a la vida.
Nadie es más vulnerable que una mujer embarazada, y su propio hijo.
Pues a estas personas de ayudas, nada. Pero mantiene la ignominiosa Ley del Aborto que desprotege el derecho a la vida de cada individuo.
¿Habrase visto político más desenfocado?
Juan Manuel Molina Valdés