Sr. Director:
Últimamente los políticos hablan mucho sobre promover medidas que permitan conciliar la vida familiar y laboral. Yo con esta carta quiero solicitar una medida que desde hace años los profesores, a través de los sindicatos, llevamos pidiendo al ministerio de educación, una medida que no supone ningún gasto económico, sólo un compromiso real por parte de la administración de hacer todo lo posible para que las mujeres trabajadoras podamos trabajar y atender a nuestros hijos lo mejor posible.
Creo que no es mucho pedir que nuestros hijos tengan prioridad a la hora de conseguir plaza en el centro en que trabajan sus padres, ya que un profesor no puede modificar su horario de trabajo para llevar y recoger a sus hijos en el colegio, debe estar en el centro cuando están los alumnos y todos los centros escolares tiene un horario de entrada y salida muy parecido. En mi caso realicé la matricula de mi hijo que empezaba infantil solicitando como primera opción el centro en el que trabajo, sólo me dieron 5 puntos por lugar de trabajo situado dentro de la zona de influencia del centro solicitado. No conseguí ni siquiera entrar en el sorteo de plazas. El ministerio de educación me adjudicó una plaza en un centro que no elegí y al cual no lo he podido llevar, ya que me resultaba imposible debido a la distancia, dejar a mis hijos y a la vez llegar puntual a mi trabajo, he tenido que llevarlo a un centro privado, con el consiguiente esfuerzo económico ya que este me ofrece la posibilidad de dejarlo un poco antes para poder llegar puntual a mi trabajo. Mientras que en algunos ministerios abren servicios de guardería para los hijos de los funcionarios que trabajan en el recinto, a los trabajadores de los colegios de la concertada se nos niega la posibilidad de llevar a nuestros hijos al centro en el que trabajamos y se nos contesta cuando hacemos alguna reclamación diciendo que esto sería tener un privilegio. La comisión de escolarización hace caso omiso a la LOE (Artículo 84. Admisión de alumnos. Cuando no existan plazas suficientes, el proceso de admisión se regirá por los criterios prioritarios de existencia de hermanos matriculados en el centro o padres o tutores legales que trabajen en el mismo), al justicia de Aragón (nos parece oportuno que el Departamento de Educación, Cultura y deporte estudie la conveniencia de introducir en el baremo el hecho de ser hijos de trabajadores del centro), a ley de conciliación familiar y laboral y al sentido común. Casos similares a este surgen todos los años y los afectados reclaman a una la administración que nos ignora. Si de verdad la administración está interesada en promover la conciliación de la vida familiar y laboral de las personas trabajadoras, debería hablar menos y hacer más esfuerzos. Este año se adelanta el proceso de matriculación para que no coincida con el periodo electoral, me pregunto si será para que no nos demos cuenta de que una cosa es lo que dicen y otra es lo que hacen.
Mª Dolores López Mayner
mayner@ya.com