Sr. Director:
Los argumentos que se aducen contra el aborto y la eutanasia son concluyentes para todo el que acepte la fuerza de la razón, desgraciadamente no parece que estén entre estos los dirigentes del partido socialista español.
No es admisible que la decisión de la mayoría parlamentaria sea la que determine a qué hombres se les debe garantizar los derechos como persona y a cuáles no. Si fuere este el caso, entonces el reconocimiento de los derechos humanos se convertiría en una concesión.
Los hombres no pertenecerían a la familia humana por derecho propio, sino que serían adoptados en ella bajo determinados circunstancias. Y, así, ya no se podría hablar de derechos humanos.
En lugar de tanta negatividad, ¿no sería mejor ofrecer un por qué y para qué vivir?
Jesús Martínez Madrid
jdmezmadrid@gmail.com