La afirmación es fuerte, pero aquí ocurre lo mismo que con los etarras: lo que han hecho es grave, pero la paz es deseable y posible siempre que muestren su arrepentimiento (ya saben, con dolor de los pecados y propósito de la enmienda). Publicamos en la edición de hoy de Hispanidad un artículo de Enrique de Diego sobre el Mito de María, el libro de César Vidal sobre Nuestra Señora. Les aconsejo que lo lean, para comprobar lo que piensa una de las referencias de la Cadena COPE, emisora confesional propiedad de la Conferencia Episcopal española. Pues bien, que yo sepa, el señor Vidal no nos ha dicho que haya modificado su postura.
¿Estoy pidiendo que despida a César Vidal? No, lo que estoy pidiendo es que él se vaya, motu proprio. Si a mí me pagara el sueldo una empresa que estuviera pregonando un mensaje blasfemo (según Vidal, esa es la categoría del amor a María) no haría falta que nadie me recordara mi incongruencia: la asumiría yo mismo y pediría la liquidación. ¿Qué hace el señor Vidal, cuando entra, cada día, en los estudios COPE y observa el hermoso nacimiento ubicado a la entrada, con la Virgen allí representada: Trabaja en una empresa que promociona mitos blasfemos y cultos idolátricos?
¡Eso nunca, don César!
Eulogio López