Sr. Director:

Cuando pensábamos que las estafas telefónicas eran cosa del pasado, que ya nadie se creía el cuento y que no eran rentables, me encuentro con una.

El 24 de noviembre por la mañana me llaman de "notificación telefónica" para decirme que el Sr. Fulano de Tal (titular del teléfono) tiene un paquete a portes pagados en "Envíos Olitalia" y que para reclamarlo (curiosamente, el 24 era el último día) he de llamar a un número de teléfono.

El número era un 806, pero la chica astutamente me dictó el número con un "ochenta, sesenta y cuatro..." (806 466 418).

Al darme cuenta de que el número era de pago miré en internet, donde no aparecía esta empresa de mensajería. Llamé a Telefónica para que me dijesen de quién era el número (con los 902 te lo pueden decir) y me dijeron que no tenían acceso, pero que no llamase porque seguramente eso era una estafa. La misma mañana llamaron al trabajo (el titular del número es el mismo) con el mismo cuento. Curiosamente, la referencia para reclamar el paquete era distinta.

El propósito de mi carta es alertar a los ciudadanos. Periódicamente, en los medios de comunicación, se advierte de este tipo de estafas, pero hace tiempo que no se habla de ello. No nos podemos olvidar que aún se practican. Deben ser rentables.

Isabel-Mª Peralta

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