El Comité Permanente de la Cadena Alimentaria y de Sanidad Animal que se reunió el pasado viernes, día 15 de febrero, de manera extraordinaria, ha aprobado un plan coordinado para el muestreo para detectar fraudes en los productos cárnicos.
Este plan, que será cofinanciado por la Comisión Europea, deberá comenzar inmediatamente y tendrá una duración de un mes, aunque podrá ser prorrogado por otros dos meses. Incluye dos acciones:
1. Establecimiento de la presencia en los alimentos de carne de caballo sin indicarlo en el etiquetado.
En los últimos días, los controles oficiales realizados en algunos Estados miembros revelaron el fraude en la comercialización de los productos elaborados a base de carne, que contenían carne de caballo pero no lo declaraban en la lista de ingredientes, y hacían solo referencia a la presencia de carne de vacuno.
El plan prevé controles, sobre todo, a nivel de venta al por menor, en alimentos destinados al consumidor final y que se comercialicen como que solo contienen carne de vacuno. El objetivo es detectar la presencia de carne de caballo no indicada. Se prevén analizar un total de 2.250 muestras en toda la Unión, es decir, de 10 a 150 por Estado miembro.
Bajo las actuales normas de la Unión Europea (UE), el nombre de un alimento que sugiere solo la presencia de la carne de vacuno cuando, de hecho, también se incluyen otras especies de carne, resulta engañoso y está incumpliendo la legislación.
Es importante remarcar que en este caso se trata de un fraude comercial que nada tienen que ver con la salud pública ni privada de los ciudadanos europeos.
2. La detección de posibles residuos de fenilbutazona en la carne de caballo.
El Plan prevé un análisis por cada 50 toneladas de carne de caballo, con un mínimo de 5 análisis por Estado miembro. La fenilbutazona es un medicamento veterinario, cuya utilización en animales de producción, incluidos los caballos, es ilegal. Se utiliza exclusivamente en animales de exhibición y caballos de carreras.
El plan prevé la presentación a la Comisión de informes periódicos sobre los resultados de los controles, incluyendo información sobre el muestreo, el tipo de análisis y los controles de seguimiento. Toda la información se incluirá en el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF), de modo que pueda ser utilizadas inmediatamente por las autoridades de los Estados miembros.
Jesús Domingo