Eso debe de ser, puro amor. Quizás por ello, cuando los socialistas creyeron que resultaría sencillo expulsar a los presidentes de las empresas privatizadas por el Partido Popular, alguien debió soplarle a Moraleda que era la preferida de Zapatero para sustituir a César Alierta como presidenta de Telefónica, momento en el que pronunció otra frase para los anales: No quiero hablar de Telefónica por respecto a sus accionistas en efecto, no se volvió a hablar de ello.
Ahora, Moraleda entrará en el Consejo editorial del diario Expansión, porque hasta Jaime Castellanos necesita acercarse al poder y cada vez son más los convencidos de que tenemos Zapatero para rato. También entrarán en el Consejo editorial Carlos Espinosa de los Monteros y Emilio Lamo de Espinosa, procedente del Real Instituto Elcano. De los 18 miembros actuales, la cosa quedará en doce. Pero, eso sí, eso siempre, Moraleda en el fregado.