El proyecto de Ley de Servicio Postal incluye la creación de un regulador autónomo para desempeñar las funciones de supervisión de mercado que hasta ahora realizaba el ministerio de Fomento. Se trata de seguir el mismo criterio que ya existe en el mercado eléctrico y de las telecomunicaciones donde existen órganos de regulación independientes, señala De la Vega sin que se le escape una carcajada. ¿Indepen qué?

Pues nada, que Correos también tendrá su organismo independiente. Y suponemos que esta vez se quedará en Madrid, porque la decisión de traslado de la CMT ha sido muy dolorosa, ha costado mucho dinero, ha descapitalizado el organismo y encima ha merecido el varapalo del Supremo