Finalmente, el primer grupo mediático del mundo, Time Warner, se ha declarado culpable de inflar sus cuentas de resultados y aumentar en 500 millones de dólares sus ingresos publicitarios, así como el número de lectores que tenía en Internet.
 
Pues bien, la famosa SEC, el regulador bursátil norteamericano, no se ha conformado con menos de 300 millones de dólares de sanción. Los beneficios que hubiera obtenido la famosa Time Warner por esa hinchazón de ingresos, que apenas le habría servido para manifestar un semblante un poco más risueño ante los accionistas, le han salido muy caros. Desde luego, esas multas deben ser eficaces.