Sr. Director:

La multa que el Ayuntamiento de Madrid, ha impuesto al restaurante La Favorita por ejercer su libertad al no celebrar un banquete gay, es una muestra más del ataque que se está imponiendo al ejercicio de la libertad de conciencia en nuestro país.

En un programa de TV, aparecía la semana pasada, un dirigente de un partido hablando de moral democrática. A los políticos, ahora les da por ejercer de autoridad moral, ¿casualidad, que multen al que tiene otra moral?, o lo que pretenden es imponernos sus ideas, con asignaturas para educar a la ciudadanía, para adoctrinar a nuestros pequeños, y para coartar la libertad de elección de los ciudadanos.

Por favor, señores, legislen respetando la libertad, sean unos honrados gestores de los recursos públicos, tengan vocación de servicio; la democracia se puede convertir en una ruina, si llenamos organismos públicos de políticos, cuya única profesión en la vida es vivir a costa de un puñado de votos, sin dar cuenta a los ciudadanos de su óptima gestión, y para colmo ejerciendo de autoridad moral.

Mª Cristina López Corrales

cristina.lopez@madrid.com