Con la soberbia, pero también con la resolución que les es propia, los alemanes marcan el camino del ajuste, enseñan a los europeos, según el propio lenguaje, pelín prepotente de la canciller Merkel, como hay que reducir coste.

¿Las medidas Merkel son maravillosas? Pues sí y no.

Reducción de funcionarios: estupendo. Salvo en Sanidad, la huelga de funcionarios decretada por los sindicatos en España no se ha notado mucho.

¿Reducción del lapso de subsidio por desempleo? Muy bueno. Es sabido que cuando con más ahínco se busca empleo es cuando se te acaba el subsidio.

No se tocan los impuestos (IVA e IRPF) pero sí las casas. Pues muy mal: tasas por servicios bancarios (luego iremos a eso), por energía nuclear (gravísimo error, dado que proporciona la energía más barata y más competitiva) y tasa ecológica a las compañías aéreas, que habrá que sumar a las altísimas tasas, las más altas de Europa, con la que se castiga a todo aquel, germano o no, que aterriza o despega en un aeropuerto alemán.

Sobre las tasas bancarias hay que aclarar algo: un impuesto sobre todo tipo de trasferencias bancarias resulta injusto, porque la banca hace algunas cosas bien y otras no tan bien. Lo que hay que distinguir es entre actividades bancarias -por ejemplo, el descuento comercial o la hipoteca al particular, de otras actividades especulativas como las titulizaciones, el capital-riesgo, las ventas a pérdidas, etc.

Supresión de las ayudas a la maternidad. La peor de todas las medidas. No sé lo que se va a ahorrar doña Merkel pero con la mortecina natalidad europea, con lo difícil que se lo ponemos a los jóvenes para formar una familia y tener hijos, reducir los incentivos -que debería ser salario maternal- me parece una barbaridad difícil de admitir.

Ojo, Berlín no reduce salarios privados -no toca el IRPF- y los alemanes tienen un salario medio de 40.914 euros por año, mientras en España el vigente es de 21.500 euros, poco más de la mitad.

En cualquier caso, en toda Europa, el pilar fundamental de los planes  ajuste se los está llevando la ayuda a la banca en crisis, que tiene bemoles.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com