El entramado Mediapro-La Sexta, el gran instrumento de propaganda del Zapaterismo -que no del Rubalcanismo- ya no aguanta más. Esta última semana de julio, José Miguel Contreras y Jaume Roures, los dos hombres clave han tirado la toalla y han abierto negociaciones por los derechos del fútbol con PRISA, la otra tenedora.
Pero Juan Luis Cebrián mantiene una postura, digamos arrogante: por ahora los tribunales le han dado la razón y no sabe que tiene que renunciar a unos 150 millones de euros -cantidad actualizada, contando intereses- que ya le han otorgado los tribunales.
Ahora bien, los bancos acreedores, entre los cuales destacan El Instituto Catalán de Crédito, el Banco Popular y Caixabank. Y los bancos están hartos, exigen un acuerdo inmediato. Y no olvidemos que con PRISA muchas entidades se han portado aún mejor que con Mediapro. De hecho, han salvado a ambos de la quiebra, especialmente a PRISA.
En el entretanto, La Moncloa presiona a José Manuel Lara para que se haga cargo de La Sexta, pero en Planeta piensan que es mejor esperar antes de hacerse con un agujero. Y todo ello en un escenario en el que la publicidad en TV que parecía remontar, se desploma de nuevo.
Lo que está en juego es el aparato mediático de propaganda del PSOE, sea del PSOE de Zapatero o del PSOE de Rubalcaba.
Por de pronto, tanto Roures como Cebrián se han dado de plazo está última semana para llegar a un acuerdo sobre los derechos de retrasmisión del fútbol. Ya veremos si llegan a un acuerdo donde los perdedores de antemano serían los clubes de fútbol.
Eulogio López
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