Matar al mensajero pudiera ser utilizado, en cualquier Facultad de Periodismo, como material para la asignatura de Deontología profesional. Les explico el por qué.

A mitades de los años 90, Gary Webb era un periodista de investigación que trabajaba en Sacramento (California) en el modesto diario San José Mercury News. Fue entonces cuando publicó una serie de reportajes, de contenido peligroso, que sacaban a la luz que, a mediados de los años 80, la CIA se involucró en  negocio del tráfico de drogas para financiar al movimiento Contrarrevolucionario que combatía en Nicaragua contra el Gobierno del FSLN. Webb también demostró el destino de esa  droga que, ilegalmente,  introducía en el país la CIA: fue directamente a la comunidad afroamericana que sufrió, en esos años, un alarmante número de víctimas. Todo ello, el periodista lo condensó en un libro titulado "Dark Alliance: The Book".

La película dirigida por Michael Cuesta, conocidísimo para el gran público porque es el  realizador de algunos capítulos de la aplaudida serie televisiva Homeland, mezcla imágenes documentales de la época con los acontecimientos dramatizados de la  investigación seguida por Webb dando lugar a un largometraje muy impactante. Ni que decir tiene que sigue la estela de thriller políticos como Todos los hombres del presidente, que recordaba  el caso Watergate. 

En ambos filmes se nos habla de libertad de expresión pero, en el caso de Matar al mensajero se hace hincapié en las presiones que muchas veces reciben los profesionales de la información de altas instancias o, lo que es más doloroso, de sus propios editores que se alinean con el poder para silenciar al informador. En el caso que nos ocupa, en teoría los "serios y solventes" diarios  The Washington Post, New York Times y Los Angeles Times atacaron "a degüello" lo publicado por Webb o, como bien indica el título de esta película, se preocuparon menos de investigar ocupados de "Matar al mensajero". A este respecto es justo destacar el impecable trabajo que realiza el actor Jeremy Renner encarnando a Gary Webb.

Para: Los que quieran descubrir la figura de un periodista valiente