La aerolínea alemana no lo ve claro. Air Madrid se ha convertido ahora en una compañía apestada, con todas las querellas del mundo y las obligaciones con los usuarios estafados, a los que tendría que hacer frente cualquier posible comprador.

Desde luego, Fomento no está dispuesto a prestar ayuda alguna con lo que se reduce el número de posibles compradores y la posibilidad que Marsans se lance al ruedo.