Sr. Director:

Zapatero ha llegado a una situación en el que se cree que él lo puede solucionar todo. El terrorismo etarra exige posiciones morales y contundentes, no sonrisitas y manitas en el sofá. Y es que a ZP le mola más dialogar con los proetarras sobre lo que les separa (cada vez menos) que hacerlo con el presidente del PP, Mariano Rajoy, sobre lo que les puede unir. En vez de buscar el consenso se dedica a respaldar el bodrio audiovisual presentado por José Blanco. Realmente lamentable.

El sometimiento del presidente del Gobierno ante los asesinos es preocupante y las huellas de miseria moral que deja pueden ser irreversibles. Huellas de quien ha renunciado a su sitio cerca de las víctimas para estar cerca de los verdugos.

El actual discurso de Zapatero es confiad en mí. Porque lo importante no es convencer sino vencer. Varios dirigentes del PSOE afirman que ZP se ha equivocado en la estrategia de su mal llamado proceso de paz.

Muchos socialistas creen que Zapatero debería echar el freno al proceso porque puede salir muy tocado él y su partido.

La amenaza al Estado de Derecho y a las instituciones existe. Lo correcto, sería que Zapatero y su gente tomasen nota y obrasen en consecuencia, aunque no está claro que vayan a hacerlo. La hoja de ruta está muy trazada. Otegi, encantado (videos aparte). Batasuna-ETA sigue ganando. La presión ha funcionado. Y Zapatero no admite críticas.

Juan Francisco Moreno García

rkoviva@hotmail.com