Sr. Director:


En 1956 Mao creó la Iglesia Católica Patriótica de China. Un obispo chino, Fan Xueyan, rechazó ese invento gubernamental permaneciendo fiel a Roma.


Fan Xueyan tenía 84 años cuando desapareció en 1990 durante un registro oficial. Apareció asesinado dos años más tarde. Durante ese periodo de tiempo sus captores lo torturaron. En estos días se cumple el decimosegundo aniversario de su asesinato.


Este triste aniversario sirve para recordar lo que hoy sigue ocurriendo en China.


Según ha confirmado el Vaticano, las autoridades chinas han arrestado recientemente al obispo de Zhengding y el obispo auxiliar de Xiwanzi. Son obispos "no oficiales". Y desde finales de mayo se ha perdido toda noticia sobre el obispo de Xuanhua, otro anciano de 84 años.


Lo fácil para estos obispos hubiera sido elegir la protección religiosa del gobierno. Pero han elegido a Roma y a Pedro. ¿Por qué? La respuesta me tiene intrigadísimo.


Todo esto ocurre a cuatro años vista de los Juegos Olímpicos de Pekín, y en un país con más de 10 millones de católicos fieles a Roma. Es decir, católicos sospechosos.


Jordi Molas i Verdaguer


molas@t100e.com