El argumento es muy claro: si ZP estuviera tan convencido de que va a obtener la victoria en las próximas elecciones como blasona en los mítines, no estaría tan activo, no habría movilizado al PSOE en busca de ese "voto más" que el PP. Por eso, en círculos empresariales ha cundido la idea del tridente: el PP debería ir con un cartel que agrupara a Rajoy, Rato y Gallardón. El primero para evitar luchas internas, el segundo porque tiene fama de gestor eficaz, el tercero porque conseguiría votos en Cataluña, Euskadi y en cualquier foro no controlado por el PP.

Pedro J. Ramírez, director de EL Mundo, ha ido más allá: se le ha metido en la cabeza de que Rodrigo Rato debe encabezar las listas, de que Rajoy debe irse y de que Gallardón es un buen chico, Por tanto, Rato, Aguirre y Gallardón son los suyos, opción que necesita de un pequeño detalle: hay que echar a Rajoy y Mariano no quiere irse. Es igual: Pedro José se dedica a publicar encuestas entre votantes del PP, que aún sitúan a Aznar por delante de Rajoy.  

En cualquier caso, todas estas conspiraciones de restaurantes de varias docenas de tenedores, tanto madrileños como barceloneses demuestran que el escenario político está abierto.