• El Gobernador del Banco de España lo fecha para octubre, y es que para el otoño se sabrá cómo evoluciona el asunto y, sobre todo, si hay que intervenir otros grupos.
  • Además, la mora de los bancos sanos no remite.
  • Y todo esto no hace más que retrasar el proceso de consolidación fiscal: el saneamiento de la banca española está destrozando a España.

Lo cuenta un empresario español de roadshow por Estados Unidos. En Nueva York ya no preguntan por la prima de riesgo ni por el déficit. Ahora, lo que realmente preocupa a los think tanks neoyorquinos son el paro y los bancos. Lo primero, por razones obvias, y lo segundo porque el rescate bancario no parece tener fin.

Ya lo advirtió la troika tras su última visita a nuestro país. La reforma del sector financiero "está en el buen camino" pero todavía persisten "riesgos" por la situación económica y porque aún no ha terminado el ajuste inmobiliario.

Ante la posibilidad de que el Ejecutivo solicite parte de los 59.000 millones de euros que todavía tiene disponibles del crédito europeo para la banca -se habla de unos 10.000 millones, aunque no de forma oficial-, el gobernador del Banco de España, Luis María Linde (en la imagen), declaró este lunes que "el Gobierno tendrá que tomar una decisión, y supongo que será en octubre".

Y es que para el otoño se sabrá cómo evoluciona la economía y, por ende, las cuentas de las entidades financieras. Y todavía más importante, en otoño, el Gobierno sabrá si hay que intervenir otros bancos cuyo futuro es aún incierto. Hablamos, por ejemplo, de Liberbank, Ceiss o BMN. Además, la morosidad de la banca sana continúa creciendo, no fluye el crédito.

En definitiva, los cálculos realizados hace unos meses ya no sirven. El deterioro de la economía continúa y los números no cuadran. Ya lo dijo este lunes el presidente del Popular, Ángel Ron. La entidad reexaminará sus objetivos para este año y el que viene. Pero es que, además, en diciembre vence el programa europeo de ayuda a la banca española. Si se solicita más dinero, hay que hacerlo antes del último día del año.

Todo esto no hace más que retrasar el proceso de consolidación fiscal. Sin duda, el saneamiento de la banca española, que no parece tener fin, está destrozando a España. Hubiera sido mejor dejar caer a los bancos quebrados. Entre otras cosas, nos habría salido más barato.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com