PRISA despierta toda su artillería contra el Gobierno que apuntilla a Sogecable Las tensiones internas del PSOE han explotado. El felipismo sigue gobernando el partido en Andalucía y controla una parte relevante del comité federal. Y los herederos de Felipe consideran que lo de la TDT de pago ha sido una puñalada trapera al grupo de comunicación que siempre les ha apoyado: PRISA. La aprobación de la TDT de pago supone la puntilla de una Sogecable, que pasa a valer cero en un momento en el que se está buscando un novio infeliz que se quiera hacer con ella.
Y casualidades de la vida, Rubalcaba empieza a sentirse cansado y el felipismo empieza a buscar alternativas. Algunos apuntan a Almunia. No es una novedad. Sonó como sustituto de Solbes. Pero Almunia no tiene perfil. Su oportunidad ya ha pasado. El drama del felipismo -como del aznarismo- es la ausencia de líder.
En paralelo, la crisis. Zapatero se ha mostrado incapaz de gestionar la crisis. Su gestión es errática. Su comunicación, penosa. Los economistas cercanos a Ferraz, están que se suben por las paredes. Pero la sangre no llegará al río. En el grupo parlamentario socialista nadie se atreve a levantar la voz. En el comité federal de este sábado, tampoco.
Pero la marejada está ahí. Gómez Navarro, crecientemente incómodo con la parálisis del Gobierno. El presidente de la CNMV, Julio Segura, tres cuartas partes de lo mismo. Y el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, como un pulpo en un garage. ¿Y Sebastián? Si le mean, dice que llueve. Bendice el cierre de Garoña y si el presidente quiere TDT de pago, dos tazas. Fue el primero en abrir el registro bluf en su Ministerio. Y este jueves defendió con entusiasmo el fin del monopolio de 20 años y anunció que por 15 euros puedes ver 8 partidos. Parecía un spot más que un ministro. Lamentable.
Y casualidades de la vida, Rubalcaba empieza a sentirse cansado y el felipismo empieza a buscar alternativas. Algunos apuntan a Almunia. No es una novedad. Sonó como sustituto de Solbes. Pero Almunia no tiene perfil. Su oportunidad ya ha pasado. El drama del felipismo -como del aznarismo- es la ausencia de líder.
En paralelo, la crisis. Zapatero se ha mostrado incapaz de gestionar la crisis. Su gestión es errática. Su comunicación, penosa. Los economistas cercanos a Ferraz, están que se suben por las paredes. Pero la sangre no llegará al río. En el grupo parlamentario socialista nadie se atreve a levantar la voz. En el comité federal de este sábado, tampoco.
Pero la marejada está ahí. Gómez Navarro, crecientemente incómodo con la parálisis del Gobierno. El presidente de la CNMV, Julio Segura, tres cuartas partes de lo mismo. Y el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, como un pulpo en un garage. ¿Y Sebastián? Si le mean, dice que llueve. Bendice el cierre de Garoña y si el presidente quiere TDT de pago, dos tazas. Fue el primero en abrir el registro bluf en su Ministerio. Y este jueves defendió con entusiasmo el fin del monopolio de 20 años y anunció que por 15 euros puedes ver 8 partidos. Parecía un spot más que un ministro. Lamentable.