El banco de inversión norteamericano J.P. Morgan (Morgan Chase) está presidido en España por Emilio Saracho, uno de los más reconocidos directivos de banca de inversión del país. Procede del banco Santander y alguno le considera el maestro de Ana Patricia Botín en el difícil arte de la intermediación financiera y de las grandes operaciones.
Y la verdad es que J.P. Morgan marcha viento en popa en España, quizás demasiado viento en popa. Tomemos el ejemplo de la venta del grupo Ahold en España. Estamos hablando de una multinacional que en nuestro país cuenta con una plantilla de 1.400 empleados, con 49 hipermercados y 478 supermercados. Aspiran a hacerse con esta división de Ahold tres grandes grupos (El Corte Inglés y Mercadona han rechazado la invitación): Permira, El Árbol-CVC y el grupo Vista Capital, participado por el SCH. Se da la circunstancia de que Vista Capital fue el que vendió años atrás Superdiplo a Ahold. J.P. Morgan asesora a Ahold en la venta y, al mismo tiempo, al Santander Central Hispano en su polémica OPA sobre el Abbey (aunque no como asesor principal, todo hay que decirlo), además de las espléndidas relaciones que le unen al banco, accionista de uno de los postores.
En definitiva, otra vez el problema de las cajas chinas que habitualmente terminan convirtiéndose en cuentos chinos.