Insiste en que la violencia de género es causa de la desigualdad
Es increíble. La ideología ciega más de lo esperado. La cifra de muertas por la llamada violencia de género en el 2007 ascendió a 71. En lo que llevamos de año sumamos ya 17. Unos datos "insoportables e intolerables", según De la Vega. Obvio. ¿Y ahora qué? Ahora seguir profundizando en el error, porque según De la Vega, el problema no es la Ley, sino la desigualdad histórica, los muchos siglos de discriminación. ¡Áteme esa mosca con el rabo!
Y es esa desigualdad la que –según De la Vega- subyace en la violencia de género. Y este es el error. El hombre no es maltratador ni sospechoso. Ni tampoco la mujer es inocente por sistema. Lo que hay son problemas conyugales, que en ocasiones llevan desgraciadamente a la muerte. Y para eso ya está el Código Penal. Pero criminalizar a priori al varón, acorralarlo institucionalmente tras una riña con su mujer, es la mejor manera de incentivar el instinto asesino. Curiosamente, prácticamente el 100% de los varones maltratadores y asesinos se entregan inmediatamente después a la Justicia. ¿Por qué? Desconfiaban de un sistema que les acorrala y responden como bestias.
De la Vega no lo ve así. Considera que haber introducido la discriminación positiva en el ámbito penal y anular la presunción de inocencia en los delitos de violencia de género, es el camino. "Hay que superar muchos siglos de desigualdad". Así que en su opinión, la solución pasa por más medios, más recursos, más policías, más juzgados. Más de todos, menos rectificar los errores. Porque la ideología es así.
Dice que la lucha será "larga y difícil". Como la derrota de ETA, ¿se acuerdan? Pero insiste en que "la vamos a ganar los demócratas decentes". Añade: "Lo que estamos no es suficiente, por eso vamos a seguir trabajando en la misma dirección". El mismo discurso y siempre más muertas. ¿No será hora de replantearse la cuestión para evitar más tragedias?