Con motivo de la instauración de la Religión como asignatura que prevé el proyecto de Ley de Educación me perece conveniente recordar que la Teología no es una ideología sino una Ciencia, que en muchos países convive en condiciones de igualdad con otras ciencias en el marco de los estudios universitarios.
Cosa que no es corriente entre nosotros. Esa anomalía se puede aplicar de manera general al hecho religioso. Hoy lo volvemos a ver a propósito de la asignatura de religión católica en la escuela. Ciertos medios de comunicación, a los que se les ha filtrado el borrador de la futura Ley de Educación, son incapaces de mirar la realidad sin los anteojos de la ideología.
Pero en este punto conviene recordar que son los padres los que mayoritariamente ejercen su derecho a la formación religiosa en la escuela. Es un derecho fundamental, reconocido en la Constitución y no un privilegio de la Iglesia, ni un anacronismo como algunos insidiosamente difunden.
Más del 70% de los padres la han venido eligiendo en una situación que de hecho es un referéndum anual, con evidente discriminación, sin alternativa y cursándola en horarios marginales.
No conozco al detalle el texto sobre el que está trabajando el Gobierno, pero, como padre, espero que se elimine definitivamente la discriminación que sufren quienes eligen actualmente la asignatura de religión católica en la escuela, y que la nueva Ley se articule de tal forma que redunde en una mejor formación para todos.
Valentín Abelenda Carrillo